Las rutinas digitales no son estáticas: con cada estación del año cambian los momentos de ocio, la manera en que las personas se conectan y los dispositivos que utilizan.
Comprender estas variaciones es clave para que las marcas, PyMEs y distribuidores de tecnología diseñen campañas más efectivas y con mayor impacto en sus audiencias.
De acuerdo con un comunicado de prensa de Exte, durante el invierno, los usuarios tienden a pasar más tiempo en casa, lo que favorece el consumo de contenidos de mayor duración en pantallas grandes como la televisión conectada (CTV).
En contraste, el verano no representa una pausa en la actividad digital: se caracteriza por un consumo más móvil, desestructurado y fragmentado, con visualizaciones al aire libre y horarios diluidos. En este contexto, la experiencia cruzada entre dispositivos se convierte en un factor decisivo para la planificación.
En primavera y otoño los hábitos se equilibran entre movilidad y recogimiento, generando oportunidades específicas para personalizar el mensaje. Esto obliga a que las empresas piensen en campañas más flexibles, adaptables y no lineales, capaces de ajustarse al contexto real del usuario: qué pantalla utiliza, en qué momento del día y bajo qué estado de ánimo.
Desde una perspectiva tecnológica, la atribución multipantalla permite cruzar datos entre dispositivos y horarios, brindando una visión más precisa del recorrido del usuario. Esta capacidad analítica ayuda a optimizar las inversiones en tiempo real y a medir con mayor exactitud el peso de cada canal dentro del mix digital.
Para las PyMEs y anunciantes de la región, esto se traduce en tres aprendizajes clave, según Exte:
- Adaptar los mensajes creativos a los distintos momentos del año, considerando el dispositivo predominante.
- Planificar con modularidad, diseñando piezas escalables que mantengan coherencia narrativa en múltiples formatos.
- Aprovechar los periodos de menor actividad (como el verano) como un laboratorio para probar formatos empáticos y estrategias innovadoras.
En un ecosistema digital cada vez más estacional y dinámico, la capacidad de adaptación se convierte en un diferencial competitivo. No se trata solo de estar presente, sino de hacerlo en el momento correcto, con el mensaje adecuado y en la pantalla preferida del usuario.